Conducir un Lamborghini como si fueras un piloto profesional

conducir un lamborghini

Conducir un Lamborghini no es, para nada, fácil. Desde el mismísimo momento en que nos montamos en estas fieras, podemos sentir sus deseos insaciables por la velocidad y por poner a prueba nuestra adrenalina y nuestros instintos.

Conducir estas “Bestias” como si fuésemos pilotos profesionales

O las conducimos como pilotos profesionales, o estas fieras nos obligarán a hacerlo, porque siempre están al acecho y esperando por quien desfogue toda la energía que se encuentra acumulada en ellas.

Conducir un Lamborghini es casi que como estar al mando de una nave de la Agencia Espacial Europea. Si no nos apercibimos de sus fantásticas prestaciones y funcionalidades, quedaremos navegando en el vacío, sin un norte ni una ruta establecida.

Su capacidad de aceleración es, realmente, increíble. Basta con encender uno de los tantos modelos de esta prestigiosa casa fabricante para, luego, presionar (levemente) el acelerador y, en cuestión de 3,5 segundos (en promedio) estaremos superando los 100 km/hora.

Pero, si esto no le parece sorprendente, porque existen muchas marcas que ofrecen semejante capacidad también, espere a probarlo para que se percate, por su propia mano, que al girar a semejante velocidad, la bestia no parece inmutarse, porque el desplazamiento sigue sin sobresaltos de ninguna índole, como si estuviésemos navegando por el vacío.

Y, ni qué decir del frenado. Basta con presionar (levemente, también) el pedal para frenar y “esta bestia feroz responde como si fuese un tierno gatito”, que obedece de inmediato, para frenar como si nos estuviésemos desplazando a 20 km/hora.

Conducir un Lamborghini súper deportivo: una experiencia fuera de lo común

Ningún otro coche puede seducirnos como lo hace un Lamborghini súper deportivo, con sus diseños salvajes, exóticos y futurísticos y con sus prestaciones que parecen, precisamente, del futuro.

Conducir una de estas fieras, bien sea en circuitos o en ruta, equivale a hacer un viaje en el tiempo hacia el futuro.

experiencia lamborghiniConducir, por ejemplo, un “Lambo Gallardo” en el circuito de Monteblanco en Huelva, es una experiencia que jamás se podrá volver a vivir, a menos que usted se decida por planes más amplios o, bien, que cuente con el presupuesto necesario y suficiente para adquirir esta “bestia salvaje”.

Montmeló Nacional en Barcelona, Cheste en Valencia, Jarama en Madrid, Calafat en Tarragona, Campillos en Málaga, Los Arcos en Navarra, Brunete en Madrid y muchos otros, son los innumerables circuitos en los que usted podrá disfrutar de los súper deportivos de Lamborghini, con ese precioso color amarillo que los caracteriza.

Amarillo que, justo es decirlo, contrasta de manera espléndida con el color negro de las llantas y de algunas de las partes externas de estos fantásticos coches.

Ahora, si es claro que el color amarillo distingue a esta prestigiosa y tradicional marca, también es claro y evidente que se pueden encontrar en una exquisita gama de colores, para que la foto que se tome a su lado, sea la admiración de unos y la envidia de otros.