Los hábitos de vida inadecuados, suelen ser los detonantes más importantes cuando la hipertensión y la diabetes se presentan, simultáneamente, o cuando una aparece después de la otra. El desayuno es, quizás, la comida más importante para este tipo de pacientes.
Por lo tanto, enseñaremos algunas directrices genéricas sobre los desayunos para diabéticos e hipertensos, que son de lo más saludables, por lo que es importante tomar atenta nota de ello, para tener una salud, por lo menos, sostenida según los parámetros de la Medicina Moderna.
La diabetes, la hipertensión arterial y algunas indicaciones sobre los desayunos saludables.
Se trata de dos enfermedades que, estando juntas, pueden resultar bastante complejas, hasta el punto, incluso, en que a estos pacientes se les suele clasificar como de “alto riesgo cardiovascular”, según los protocolos médicos actuales.
En primer lugar, precisemos que el control del peso es, absolutamente, fundamental para los diabéticos que, además, padecen de hipertensión arterial.
Por ende, es necesario llevar una dieta lo más estricta y disciplinada posible, acompañada de la práctica de ejercicio regular, bastando con caminar cuatro o cinco días de la semana, por solo 45 minutos.
Reducir, al máximo, los hidratos de carbono durante el desayuno y, en términos generales, en todas las comidas del día, es de crucial importancia.
La mejor opción, será consumir carbohidratos complejos que, dicho sea de paso, aportan fibra para el sistema digestivo, lo que es muy importante para acelerar el metabolismo.
Adicionalmente, es preciso evitar o, mejor aún, eliminar el trigo en todas sus formas, presentaciones, marcas y demás. Los carbohidratos complejos se encuentran en la cebada, la avena, los fríjoles, las lentejas, el arroz integral, las zanahorias y todas las hortalizas de raíz.
Otras consideraciones adicionales sobre los desayunos para diabéticos.
En lo que respecta, ahora, a la sal, anotemos que debe ser reducida al mínimo consumo, al tiempo que lo mejor será sustituirla, completamente, por sal de ajo u otros sustitutos, de los muchos que se pueden encontrar en el mercado, actualmente.
La sal afecta a los hipertensos pero, también, a los diabéticos. De otro lado pero en el mismo orden de ideas, tenemos que estos pacientes deben (por no decir “tienen”) aumentar el consumo de frutas, verduras y lácteos que sean bajos en grasa, en todas las recetas del desayuno y, en general, de todas las comidas del día.
El pescado, preferiblemente el salmón, las aves desprovistas de grasa (preferentemente, el pavo), los granos enteros y los frutos secos, son estupendas opciones para las diferentes recetas del desayuno de diabéticos que padecen de hipertensión arterial.
Recordemos, de paso, que esta combinación de las citadas patologías sistémicas, crónicas e incurables, es considerada como un detonante potencial de problemas cardíacos, renales, cardiovasculares, cerebrovasculares, oculares (la retina, más específicamente) y, lo que es bien importante y dramático, es de lo más “propicia” para las amputaciones, especialmente, de las extremidades inferiores.
Las recetas de desayunos para diabéticos e hipertensos, deben ser preparadas con estas directrices generales y, claro está, teniendo en consideración que las conocidas “trampitas” se traducen en engaños a sí mismos, para los que padecen de las dos patologías, de forma simultánea.
Y las ideas de recetas??????