El primer imán apareció en el siglo XVIII, al tiempo que otros empezaron a surgir, sucesivamente, durante el siglo XIX, teniendo en cuenta, eso sí, que todos ellos estaban compuestos de acero al carbono, al tiempo que su principal propiedad consistía en que podían ser magnetizados, haciendo uso de medios físicos o mecánicos.
La evolución del imán y sus usos en los respectivos momentos
El verdadero progreso del imán se evidenció, básicamente, durante el siglo XX, cuando se desarrollaron toda una variedad de compuestos, para desarrollar imanes permanentes. Muchos de los que fueron desarrollados en el siglo pasado, se siguen utilizando en la actualidad.
El que es, quizás, el primer imán potente que apareció en el siglo pasado, fue el de Alnico, que se desarrolló en los años 30s, a partir de una aleación de hierro, aluminio, níquel y cobalto.
En la década de los 50s, a su vez, surgió el imán de Ferrita, que no era tan fuerte y resistente como el de Alnico, pero presentaba una gran ventaja en lo que respecta a su utilización industrial: era una de las opciones más económicas.
Si pasamos a los años 60s, tenemos que aparecieron en el mercado los denominados imanes de tierras raras. Dentro de esta categoría, apareció, en primera instancia, el llamado “Samario-Cobalto”, que tenía un inconveniente para el uso masivo en la industria: era bastante costoso.
No fue sino hasta 1984, cuando se desarrolló el imán al que se le puede considerar “el líder entre los más potentes”: el imán de Neodimio que, dicho sea de paso, está conformado por Neodimio (por supuesto), por Hierro y Boro.
Los imanes potentes se caracterizan por su potencia y su precio accesible
Como ya lo anotamos, este imán fue desarrollado mediando la década de los años 80s. A medida que fueron pasando los años, se ha ido mejorando, como es obvio, consiguiéndose que cuente con mayor resistencia a la corrosión y, además, que se disminuya su des-magnetización.
El imán de Neodimio es el más utilizado en la actualidad, en muchos frentes industriales, como es el caso de los motores, los servomotores, los parlantes, algunos artículos de ocio y muchísimo más.
Se le conoce, dentro del ámbito de la técnica y la tecnología, como NdFeB, siendo una aleación de Boro, Hierro y Neodimio, al tiempo que se trata de un imán permanente.
La precitada combinación, fue desarrollada por la multinacional General Motors, en compañía de la Sumito Metal Industries, en 1982.
Se trata del imán más poderoso que se ha desarrollado hasta el momento, por lo que es de masiva utilización para muchos propósitos industriales.
Se le encuentra, por ejemplo, en los discos duros de ordenadores, en algunas herramientas inalámbricas, en equipos médicos, en motores y en sellos magnéticos.
Ahora, no obstante las bondades del imán de Neodimio, es claro que presenta algunos riesgos, como es el caso de que, en vista de su gran potencia, un operador industrial podría quedar atascado entre dos de estos imanes, generándose graves lesiones, en algunos casos.
Para evitar este tipo de percances industriales, se han incluido dentro de las herramientas de los operarios industriales, varias modalidades de cuñas de bronce.
Otro de los riesgos importantes del imán de Neodimio, consiste en que, en vista de que sus campos magnéticos son muy fuertes, puede afectar una importante cantidad y variedad de dispositivos mecánicos y electrónicos, generando pérdidas de datos.