Qué es el greenwashing

cartel ecologico

El término «greenwashing» ha ganado relevancia en el ámbito empresarial, siendo una práctica de marketing que, en lugar de reflejar un compromiso genuino con el medio ambiente, crea una ilusión de responsabilidad ecológica basada en la comunicación. Sin embargo, socialmente está bastante poco aceptado. Si quieres saber a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de este concepto, ¡sigue leyendo! A continuación, te contamos todas las características de esta estrategia de comunicación.

¿Qué quiere decir hacer greenwashing?

El greenwashing, también conocido como lavado ecológico, consiste en orientar la imagen de marketing de una organización hacia un posicionamiento ecológico, a pesar de que sus acciones van en contra del medio ambiente.

Esta comunicación abusiva y engañosa puede confundir a los consumidores, haciéndoles creer que la compañía se preocupa por el medio ambiente, y no contribuye en realidad a la reducción de los gases de efecto invernadero ni al cambio climático. Por eso, muchas asociaciones, como Greenpeace, luchan contra este lavado de cara verde y denuncian los casos detectados en voz alta.

A continuación, te dejamos algunos de los principales ejemplos de greenwashing actual.

Ejemplos de Greenwashing

McDonald’s

En 2010, McDonald’s cambió su icónico color rojo por verde para proyectar una imagen ecológica. Sin embargo, detrás de esta apariencia, la compañía seguía comprando productos como carne y soja, contribuyendo a la destrucción de la Amazonia en Brasil. Este caso evidencia cómo algunas empresas de comida rápida utilizan estrategias de marketing verde para ocultar sus impactos ambientales negativos.

H&M

La reconocida marca de ropa lanzó hace algunos años una línea de ropa eco que, en realidad, poco tenía de ecológica, tal y como demostró un informe de la Fundación Changing Markets, que sirve hoy en día como un «aval de sostenibilidad», ya que reconoce las prácticas positivas y castiga aquellas menos recomendadas.

SC Johnson

La marca SC Johnson lanzó hace tiempo un producto para limpiar cristales llamado Windez que afirmaba estar fabricado con botellas de “plástico recogido el océano”. Sin embargo, esta afirmación era totalmente falsa. De hecho, el plástico provenía de bancos en Indonesia, Filipinas y Haití.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más. Especialmente dentro del sector de la energía, ya que muchas compañías declaran ser «verdes» u ofrecen «tarifas verdes» mientras continúan invirtiendo en energías fósiles o nucleares.

Por qué es importante detectar el greenwashing

Identificar estas prácticas engañosas es esencial para los consumidores conscientes porque, si siguen destinando sus recursos monetarios a apoyar y financiar estas compañías, estarán tomando una decisión muy poco alineada con sus valores. 

Además, el factor del engaño hoy en día se puede considerar hasta cruel, ya que las compañías están aprovechando el tirón de la sostenibilidad, que se ha vuelto popular en los últimos años, para ganar dinero a costa de la preocupación y las ganas de cambiar el mundo de unos pocos.

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Cómo evitar el greenwashing

Para evitar caer en las trampas del greenwashing, es esencial desarrollar un sentido crítico y adoptar medidas informadas. Pero, ¿cómo informarse?

Siguiendo a Greenpeace

Organizaciones como Greenpeace desempeñan un papel crucial en la lucha contra el greenwashing. Proponen medidas como la prohibición de la publicidad y el lobby de la industria fósil, así como el desarrollo reglamentario de la Ley General de Publicidad. Estos esfuerzos buscan establecer controles más estrictos sobre la comunicación de sectores que generan riesgos para el medio ambiente.

No dejarse guiar por lo «verde»

El color verde en envases y productos a menudo se utiliza para sugerir respeto por el medio ambiente. Sin embargo, los consumidores deben profundizar más allá de la apariencia y analizar las acciones reales de las empresas. El término «verde» no siempre refleja prácticas sostenibles genuinas y, por eso, resulta imprescindible leer realmente de qué está hecho el producto y dónde ha sido fabricado.

Asimismo, las etiquetas autoproclamadas de «ecológico» o «verde» creadas por las propias empresas pueden ser engañosas. Es importante buscar certificaciones oficiales como la Etiqueta Ecológica Europea (EEE) para garantizar un impacto limitado en el medio ambiente.

Por desgracia, el greenwashing está a la orden del día y, en un mundo tan complejo como este, no son necesarios más desafíos para los consumidores. No obstante, si te interesa comprar a marcas que compartan tu compromiso con el medio ambiente, es crucial que te informes debidamente sobre las acciones que no comunican. Recuerda que la clave para evitar caer en estas estrategias engañosas radica en la educación y la conciencia, así que comparte tus conocimientos con otros para lograr, entre todos, que el mundo sea un lugar mejor.